A continuación te proporcionamos 10 tips que pueden auxiliarte en estos casos.
- Manten en condiciones óptimas tu vehículo. Amortiguadores sanos te garantizan un constante contacto con la ruta, mientras que mantener la profundidad del dibujo en los neumáticos por encima de los 2 mm asegura un despeje rápido del agua evitando el aquaplaning.
- Considerá que vas a tardar más tiempo en llegar a destino. Una de las peores conductas que se pueden tomar ante una demora ocasionada por la lluvia es apurarse. Es aconsejable reducir la velocidad, recuerda que las distancias de frenado y la capacidad de maniobra se ven considerablemente afectadas en estas condiciones.
- Si patinas, no dobles. Un episodio común en las ciudades los días de lluvia son los choques a bajas velocidades producidos por vehículos que patinan. Cuando las ruedas delanteras se “clavan” el auto no dobla, por consiguiente, en caso de tener que efectuar una maniobra de esquive, suelta el freno en ese momento y verás como la dirección responde. En vehículos con sistema ABS sucede lo contrario y deberás efectuar la maniobra aplicando el pedal de freno a fondo.
- Conservá una distancia prudencial. Frenar bruscamente en piso mojado es abrirle la puerta a un sinfín de inconvenientes. Las distancias de frenado se extienden considerablemente (ver cuadro) así que es aconsejable mantener algo más de distancia entre tu vehículo y el que tenés adelante.
- No pises el freno si estás en un charco. Como ya dijimos, es importantísimo moderar la velocidad, pero puede ser contraproducente hacerlo tarde. Al frenar, el peso del vehículo se desplaza hacia delante; por ende, se aligera el eje trasero. Esto provoca una pérdida de agarre en los neumáticos facilitando que patinen y hagan sobrevirar el vehículo.
- Sigue las huellas del vehículo de adelante. Además de señalarte el camino con sus luces, las huellas que dejan sus neumáticos no son ni más ni menos que surcos de agua desplazada permitiendo optimizar el agarre de tus neumáticos. Recordá también que todo camino posee un ligero peralte hacia los costados para despejar el agua. Mantenerte en los carriles centrales te provee de una superficie plana para desplazarte.
- Evitá las maniobras bruscas. Para esto se necesita estar concentrado y calmo. Ante una situación imprevista, lo mejor es desacelerar muy lentamente y mantener con firmeza el volante. El volanteo hacia los costados puede ocasionar el llamado “efecto péndulo” provocando con seguridad un despiste.
- Manten la visibilidad. Prender con anticipación los desempañadores, abrir un poco las ventanillas o prender el aire acondicionado te puede ahorrar una emergencia, además de evitar distracciones.
- Precauciones para el vadeo. En algunas localidades, las lluvias fuertes van de la mano con la aparición de cursos de agua que invaden la calzada. Antes de vadearlos, es importante chequear la fuerza con la que el agua se desplaza ya que el vehículo, al otorgar una gran superficie de resistencia lateral a la corriente, puede sufrir un desplazamiento hacia los lados.
- Extremá las precauciones durante los primeros 30 minutos de lluvia. Tanto en la ciudad como en ruta, los primeros momentos de las precipitaciones son los más peligrosos debido a la formación de barro que todavía no pudo ser removido por el agua. Además, los aceites y gasoil que fueron absorbidos con el tiempo, son removidos por el agua; y al ser menos densos que ésta, salen a la superficie creando una película muy resbaladiza.
A continuación te mostramos un cuadro comparativo donde se detalla las distancias de frenado a determinadas velocidades con calzada seca y calzada húmeda.
Velocidad en Km/h | Distancia de detención | Distancia de detención |
con calzada seca (m) | con calzada húmeda (m) | |
120 | 117 | 201 |
110 | 103 | 175 |
100 | 86 | 145 |
90 | 73 | 123 |
80 | 60 | 101 |
70 | 48 | 79 |
60 | 39 | 65 |
50 | 28 | 44 |
40 | 21 | 33 |
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